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Porque Pachamama es la Madre Tierra, dentro de la cosmovisión del mundo andino. Se corresponde a una de las dimensiones de dicho mundo. Uno de ellos se corresponde con el mundo de los seres vivos que incluye a todas las comunidades humanas. Otra dimensión es la espiritual que incluye a los antepasados e incluye a los espíritus de las montañas y los astros. Y la tercera es la Pachamama que se puede asemejar a lo que los occidentales denominamos Naturaleza pero que no es sólo las plantas, animales, piedras y agua. La Pachamama no es lo exterior a los humanos ni mucho menos una suerte de Recursos Naturales para la explotación minera, agrícola o industrial.

La noción de Pachamama o Madre Tierra es mucho profunda y compleja. La Pachamama constituye en sí misma una entidad viva con una dignidad propia, con la cual los humanos deben establecer una relación de reciprocidad y sobre todo de respeto.

En el mundo occidental desde la tradición griega hasta el presente, como sostiene Raúl Zaffaroni, o bien los humanos somos convidados a participar en la Naturaleza o está se creo para nuestro hábitat (Zaffaroni, 2012). Así de simple y complejo a la vez.

Es correcto traducir Pachamama como Madre Tierra. Hoy en día, la noción de Pachamama expresa la búsqueda de refundar la relación de los seres humanos con la Naturaleza. Esta refundación se expresa en las últimas incorporaciones en círculos académicos no sólo de América del Sur sino también de América del Norte. También Pachamama ha sido incluida en las Constituciones Nacionales de Bolivia y Ecuador. Y ha sido respaldada por la Conferencia de las Naciones Unidas de Río + 20 declararon públicamente la necesidad de que las Naciones Unidas adoptaran una Declaración de los Derechos de la Madre Tierra.

El concepto de Pachamama se acerca a la idea de Gaia de los antiguos griegos. Recordemos que según Hesíodo primero fue el Caos, luego Gaia, la del ancho seno, eterno e inquebrantable sostén de todas las cosas. En las últimas décadas desde el ámbito científico se ha presentado la Teoría Gaia una expresión mucha más amplia que la Biosfera de Vernasky . James Lovelock propone Gaia, el planeta Tierra, como un sistema vivo, el más grande ser vivo conocido. Una mirada más que holística. La vida contribuye a mantener las condiciones de vida. Interactúa constantemente con su entorno físico – químico, formando con él un solo ser vivo, Gaia. Esta idea, como sostiene su autor, no es nueva. Es una hipótesis geofisiológica que ya sostenían Humboldt, los románticos alemanes del siglo XIX, Wadlimir Vernasky y Hutchinson en el inicios del siglo XX. Como era de esperar esta hipótesis cosecho más adepto por fuera del ámbito científico donde sufre marginación y críticas por doquier.

Volvamos a nuestras tierras del Sur, a las gramáticas de las tierra que habitamos. Siguiendo las palabras de Carlos Galano (2002) en el Manifiesto por la Vida. En estas tierras donde se relatan lenguajes de depredación y exclusiones. Estas marcas en la piel de nuestros anclajes culturales y geográficos nos muestran que debemos constituir una nueva alianza naturaleza -cultura, edificando una nueva economía, reorientando los potenciales de la ciencia y la tecnología, y construyendo una nueva cultura política apoyada en una ética de la sustentabilidad – en valores, creencias, sentimientos y saberes – que promuevan los sentidos existenciales, los mundos de vida y las formas de habitar la Pacha Mama.

Es por esto que Pachamama nos nombra en esta publicación que iniciamos. Nos convoca a una Educación Ambiental con bases epistemológicas, políticas, y pedagógicas de un nueva estructura
que construya una educación que se acerque a las ciencias de la complejidad y a las cosmovisiones de los pueblos originarios, a los aportes de las culturas populares y de las tradiciones emancipatorias, con la idea de armar una nueva agenda sobre la ciencia y la tecnología desde una Ética de la Sustentabilidad y la Ecología Política como camino para construir un planeta de pueblos diversos y una cultura de baja entropía.

Para saber más.

• DELEAGE, Jean P. (1993) Historia de la Ecología. Una ciencia del hombre y la naturaleza. Icaria Editoria. Barcelona.
• ZAFFARONI, E, R- (2000). La Pachamama y el Humano.Buenos Aires. Ediciones Madres de Plaza de Mayo.
• LOVELOCK, James, E. ( 1979) Gaia. Una nueva visión de la vida sobre la Tierra. Buenos Aires. Hispamerica Ediciones. Disponible enhttp://www.huellasparaunfuturo.org/uploads/gaia.pdf
• GRINEVALD, Jacques. (1990) Vernasky y Lotka como fuentes de la bioeconomía de Georgescu – Roegen (“Mentes que se adelantan a su época”) Ecología Política (N° 1) pp 99- 112.