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Este primer número esta dedicado a Yolanda Ortiz, la primer secretaria de medio ambiente y desarrollo humano durante el Tercer Gobierno del Gral. Perón en 1973.

Yolanda nos da todos los día un ejemplo, un camino a seguir. Nos emociona con sus 84 años aún sigue batallando la temática ambiental como si fuera el primer día. Nos dice de que se trata la militancia ambiental. Yolanda Ortiz es una scolar activist. Una teórica militante. Aprendemos de ella.

Últimamente, en una de las tantas entrevistas que ha concedido, ha menciono un concepto central en nuestros días pasar de ser ego ciudadanos a eco ciudadanos . Compartimos aquí una excelente nota realizada en el Suplemento de Responsabilidad Social

Tenemos que pasar de ego ciudadanos a eco ciudadanos. Este es el pedido de Yolanda Ortiz, que lleva una vida dedicada a la conciencia ecológica desde la función pública y desde distintos organismos no gubernamentales. Lo primero que llama la atención al hablar con Yolanda Ortiz es su claridad y la forma didáctica de expresarse. Cada una de sus palabras tiene un por qué y sus respuestas parecerían apuntar a ejercer docencia y concientizar a gobiernos, empresas y ciudadanos en la necesidad de replantear cambios en la manera de producir y consumir. También repasa hechos históricos porque, hace 32 años, cuando se creó la primera Secretaría ambiental de la Argentina y también de América latina, no existía el consenso general que hay hoy en esta materia. Asegura que su creación fue un hito nacional y regional. “Nace sobre una base que ya existía pero para dar una política ambiental integrada. Porque no hay otra forma”, enfatiza. “Además, se decidió poner a una mujer para ocuparse del ambiente humano y de todas las anteriores secretarías que bajaron a la categoría de subsecretarías”.

Bajo su órbita estaban los recursos naturales, minerales, hídricos, Parques Nacionales, entre otros. Ortiz afirma que, cuándo Perón dio, desde su exilio en Madrid, el “Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo”, los mismos peronistas lo cuestionaron y no lo entendieron. “La creación de la Secretaría fue tamaña decisión que sólo pudo ser aceptada porque él la impuso. Pero costó mucho”, dice la especialista.

 

¿Cómo surgió la idea de crear esta Secretaría?

Perón tenía muy claro en su mensaje al país y al mundo que había que detener la marcha suicida que había tenido la humanidad. Él sabía que no se puede concebir lo ambiental con un enfoque tradicional reduccionista sin tener en cuenta la integración y su contexto. Fue muy claro en los objetivos y también en lo que debía hacerse para cambiar. Por ejemplo, había que hacer cambios en la forma de pensar pero también en patrones de consumo y producción.

Había que hacer el click y comprender la relación sociedad-naturaleza porque toda relación humana se da con y en la relación ecológica. Esto no fue fácil de entender y Perón mismo trató de decirlo de distintas maneras. No se trata de un problema más, es “el problema” y esto está por encima de cualquier bandera política.
La Argentina fue pionera en políticas ambientales desde el Estado.

 

Cómo fue la evolución de estas políticas?
Hay un dato interesante. Empezamos a la par de los países desarrollados. En muchos temas
la Argentina ha sido y es pionera. Pero después se queda atrás. No es que no tenga capacidad.
Pero no se qué nos pasa. Creo que ha habido un individualismo exacerbado y dejamos de trabajar en equipo. Tenemos que pasar del ego ciudadano al eco ciudadano, y que cada uno haga su aporte y trabajo sabiendo que, cuando más nos juntemos, más podemos intercambiar el diálogo de saberes, terminar con la pobreza, incluir a las sociedades originarias, con todos sus conocimientos ancestrales, trabajar más con la naturaleza, con todos los recursos que nos pueda dar. El hábitat, por ejemplo, no puede ser un objeto inmobiliario o de inversión sino un lugar donde uno pueda ser protagonista.

 

¿Y por qué es importante implementar políticas ambientales dentro de un programa de gobierno?
Es elemental. Sin ella no sabemos a dónde vamos. Pero, para que la política ambiental se cumpla tienen que aceptarse, como premisa, dos principios fundamentales que se relacionan con el estado de la democracia y la libertad de ser humano para ser protagonista de su historia: tomar el medio ambiente en forma integral. Creo que, a veces, cuesta aceptar la política ambiental porque no siempre se hace el enfoque adecuado. El otro principio, y que Perón remarcaba hasta el cansancio, es la necesidad de la justicia social. Él decía que sin esto sólo habría explosión social.
Fue muy claro en su mensaje. Lástima que no fue muy bien escuchado y que recién 32 años después empieza a hacerse una devolución.

 

¿Considera que es posible separar la política social o económica de la ambiental?

En realidad, la política ambiental y la económica son dos aspectos de una misma cuestión,
la realización del ser humano en su medio ambiente. Es necesario comprender, entonces,
que sólo un co-pilotaje de la comunidad con la naturaleza puede hacer posible un desarrollo
sustentable.

 

¿Cuál es el estado de la conciencia ambiental hoy? ¿Hubo cambios?

Si, hubo un cambio aunque no el que quisiéramos. En ese tiempo, el de las décadas del ’60 y ’70, era el despertar ecológico. Pienso en Rachel Carson y su libro “La Primavera Silenciosa” de 1962, con su denuncia sobre el uso de pesticidas. Pero, era una civilización que creía en el progresismo científico sin límites y recursos infinitos. Cada vez nos damos más cuenta de que hay una reacción de la biósfera y que el cambio climático no es un cuento.

 

¿Cuál era el rol de las empresas en ese entonces?

En ese momento las empresas pensaban en el costo- beneficio para ellas mismas y no veían nada más. Cuando se creó la Secretaría, las compañías consideraban externalidades lo que hacían con sus efluentes y desechos. Pero, a partir de allí tuvieron que empezar a poner en marcha otros procesos porque si no, no les otorgábamos el permiso para operar. Nos tuvieron que explicar e informar cómo iban a tratar sus desechos y esperar la aprobación correspondiente. Esto produjo un cambio, sobre todo en los países desarrollados. Se dan cuenta de que con una conciencia ambiental también ganan y cada vez la gente quiere que se siga esa política ambiental que asegura un desarrollo sustentable.

 

Perfil
Yolanda Ortiz, es doctora en Ciencias Químicas y especialista en temas ambientales. Nació hace 86 años en Tucumán pero la edad no le impide seguir activa. Actualmente preside la ONG Centro Ambiental Argentino Cambiar. También es asesora permanente de tres entidades estatales: Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA); y Comisión de Cambio Climático, Ambiente y Desarrollo Sustentable del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores. Fue la primera Secretaria de Recursos Naturales y Ambiente Humano de la Argentina –antecesora de la actual secretaría- y también de América latina, nombrada por Perón en 1973 durante su tercera presidencia.

 

¿Y ahora?

El panorama está mejor pero no ha cambiado lo suficiente. Creo que los ambientalistas y ecologistas también tenemos que hacer una autocrítica. Tenemos que no sólo formar más expertos sino hacer más docencia porque nadie ama ni defiende lo que no conoce. Tenemos que considerar las políticas ambientales y seguir esta sociedad armónica entre sociedad y naturaleza.

Creo que es una tarea que debemos llevar adelante todos. Creo que hoy hay una devolución moderada de la propuesta ambiental de Perón.

 

¿Y qué papel le compete a cada sector?

Cada uno –el Estado, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y los ciudadanos-
tiene sus responsabilidades aunque no son las mismas ni iguales. Creo que el gobernante las tiene más porque es el que tiene que dar las directrices. También tiene que promover la conciencia ecológica y la única vía para lograrlo es la educación. Es el componente de mayor valor estratégico para cambiar y lograr la transformación.